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Venciendo el cansancio

Todo cumple un ciclo vital en la vida. 

Conformes a como vamos por la vida, las personas nos enfrentamos diariamente a miles de retos que nos hace sentirnos con cansancio a nivel físico, con falta de placer, perdidos mentalmente ante una situación que nos genera mucha fatiga, con falta de placer para ejecutar las labores que hacen parte de nuestras responsabilidades, desconectados con el disfrute que nos puede proveer el entorno que habitamos y creemos que la vida se convierte en una constate lucha que no tiene fin.  Cuando llegan este tipo de pensamientos, no nos damos cuenta que el cansancio se puede convertir en un instrumento que nos motiva a vencer las adversidades y aferrarnos a mantener una buena actitud para conseguir todo lo que en realidad soñamos tener en la vida.

Tal vez este tipo de circunstancias nos pueden generar una sensación de decepción porque sentimos que una expectativa construida no se pudo hacer realidad, inquietud porque tenemos una gran preocupación que no nos permite estar en paz, desvanecidos porque creemos que no tenemos la ayuda suficiente para resolver una situación difícil e inestables porque nos enfrentamos constantemente a fuertes cambios emocionales.

Si algunos de estos argumentos resuenan contigo o con alguna persona cercana a ti, es importante que sepas que estas interpretaciones son exclusivas de la persona que lo siente. También es posible que a nivel emocional estas condiciones puedan estar generando cualquiera de las siguientes emociones; agobio, consuelo, exasperación, fastidio, hastió, lastima, miedo, nostalgia, odio, pánico, repudio, sosiego, tristeza, vacío. 

Mi invitación para hoy es que reflexiones acerca de la situación que vives actualmente y aprendas a identificar las oportunidades de aprendizajes que este tipo de experiencias quieren regalarte y sobre todo a que reconozcas todos los pensamientos que te conectan con el desánimo, con la falta de fe y con las excusas que no te dejan vencer ese gran cansancio. También necesito que sepas que Dios quiere que todos los seres humanos vivamos con gozo, paz, tranquilidad y alegría, pero si tu dejas entrar lo negativo a tu vida pones todo lo maravilloso por fuera, ya que el espacio que le das a lo positivo en tu mente es muy limitado o nulo.

Esto me mueve a preguntarte Actualmente ¿Qué situaciones de tu vida te produce un gran cansancio a nivel emocional?

El agotamiento emocional es un estado al que una persona puede llegar por sobrecarga de esfuerzo. En este caso no hablo solamente de excesos laborales, sino de cargar con la responsabilidad de asumir conflictos, responsabilidades o estímulos tanto de tipo emocional como cognitivo. Ahora es importante comprender que para llegar a ese estado pasamos por un proceso que incuba lentamente quiebres que surgen de constantes decepciones, colapsos, fatiga física, pesadez, cansancio mental, depresiones profundas y enfermedades crónicas.

Una de las emociones que se convierte en el enemigo para vencer el cansancio es la desmotivación, ya que cuando lo sentimos, estamos propensos a ser personas que experimentan una incompatibilidad entre el objetivo que se desea alcanzar con el estado de disposición real que tenemos. También es posible comenzar a caer en la procrastinación de tareas que son importantes para tomar iniciativa y comenzar a generar nuevas acciones.  Así pues, la desmotivación no solo nos perjudica porque está asociada a los problemas para cumplir ciertas expectativas; sino que, además, desaparecer el marco mental según el cual deberíamos estar haciendo cosas que nos permitan disfrutar de la calma o del descanso.

Mi recomendación es buscar apoyo profesional de un coach, psicólogo o terapeuta, de acuerdo al caso de cada persona, para identificar el tipo de proceso que necesitan iniciar. También es importante tratar de comprender y/o interpretar los pensamientos, juicios y emociones que están moldeando a la persona que vive esta experiencia, para acompañarlo a hacerse responsable de la situación que vive y promover el desarrollo de una autoestima sana.

Hay una frase de Hans Selye que dice: No es el estrés lo que nos mata, sino como reaccionamos ante él” 

Por eso es importante aprender a gestionar nuestras emociones, a modular todos nuestros pensamientos, atender con prioridad aquellos asuntos que son relevantes y que necesitan ser atendidos con urgencia para permitirnos tener una vida llena de bienestar a nivel físico, mental, emocional, espiritual. A encontrar un balance entre lo que damos y recibimos.

En este preciso instante quisiera que empieces a verte como una persona capaz de fluir con el ritmo natural de la vida, enfocado en ti misma para lograr ese bienestar que tu ser necesita alcanzar con amor propio y dispuesto a pedir ayuda para soltar ese cansancio que cargas y transformar todo lo que siente.

Recuerda ¡nada pesa más que un corazón cansado!

Mi labor como facilitador de tu ser emocional, consiste en acompañarte amorosamente a vivir un proceso de aprendizaje, en donde puedas escucharte a ti mismo para reconocer los factores que han moldea tu mundo interpretativo (creencias/juicios/emociones) que te limitan y te impiden transformar la realidad que percibe hoy como observador.

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