¿Qué aplicar al motor: agua o refrigerante?

Para comprender bien la situación comencemos con algo. En la medida que realizamos un esfuerzo, trabajo (ejercitación) nuestro cuerpo comienza a reflejar un estado de sudoración debido a la elevación de temperatura corporal que se presenta, y en caso contrario (ambientes con temperaturas bajas) buscamos la forma de generar calor para mantener la temperatura ideal de nuestro cuerpo.

Tal cual ocurre en los motores. Haciendo un poco de memoria, al inicio de los procesos de combustión de un motor, internamente en el sistema de refrigeración actúa el termostato de manera tal, que impide que recircule el fluido del mismo en todo el sistema, para que se llegue a la temperatura ideal de operación y que en tanto se eleve la temperatura del motor por encima de los límites ideales, este mismo (termostato) se abre para que el fluido haga su recorrido por todo el sistema y se presente de manera eficaz, la transferencia de calor y por ende baje la temperatura del motor.

Miremos entonces, ¿dónde está lo relevante de esta operación? (Transferencia de calor), aclaremos que, la transferencia de calor no es más que el paso de temperatura (en este caso calor) de un elemento a otro, es decir, el fluido que circula en el motor (ductos de refrigeración del motor) recoge todo el calor generado en el motor producto de la quema de gases (combustión), lo lleva al radiador en donde se libera parte del calor en el fluido e ingresa nuevamente al motor con una temperatura inferior.

La pregunta ahora es, ¿Quién favorece más al motor, el agua o el refrigerante?, entre otras posibles causas, analicemos los siguientes criterios.

Debemos tener en cuenta que el agua en su estado natural puede presentar cierta sedimentación o elementos como el cloro que no ayudarían a mantener un sistema de refrigeración en óptimas condiciones.

El agua se congela a 0° C y se evapora a 100° C, temperaturas que, de cierto modo, limitarían su buen desempeño.

Por ejemplo, en una zona geográfica que presente temperaturas de 0°C o inferiores a esta, el agua se congelaría ocasionando una posible ruptura del radiador mismo o del tanque recuperador, recordemos que el agua al congelarse aumenta su volumen en un 10% y en caso contrario al tratar de llegar a su temperatura de ebullición, generaría burbujas que, a largo plazo, podrían perforar las camisas del motor (cavitación). Sobre todo, en motores Diésel.

El agua también genera un efecto corrosivo (Herrumbre) en los materiales ferrosos (bloque del motor), el cual a cierto tiempo puede taponar los ductos de refrigeración.

Ahora bien, el refrigerante está compuesto de agua y aditivos, pues el agua permite la transferencia de calor y los aditivos mejoran el proceso en el sistema de refrigeración.

Los aditivos que contiene el refrigerante son: los inhibidores de corrosión y los glicoles. en algunas presentaciones solo vienen con aditivos inhibidores de corrosión y en otras presentaciones vienen con inhibidores de corrosión más los glicoles (de allí la diferencia en precios).

Los inhibidores de corrosión como su nombre lo dice, combaten los procesos corrosivos en el sistema y los glicoles mejoran el parámetro de temperatura en el agua, es decir baja mucho más la temperatura de congelación y sube la temperatura de ebullición (entre -25°C y 120°C aprox). Claro que esto puede variar según sea el porcentaje de mezcla (agua-aditivos).

No está demás comentar, que comercialmente hay presentaciones de refrigerante en estado puro, y esto no indica que pueda brindar el mejor de los resultados en el sistema, por ende, debe mezclase con agua para que pueda realizar su función correctamente (transferencia de calor).

El producto puro tiende a refrigerar por el pequeño porcentaje de agua que contiene (3% aprox) para mezclar el aditivo inhibidor de corrosión y el glicol, pero en realidad no hace su función correctamente, y en lo referente al color, no es más que un aditivo para identificar fugas en el sistema y no representa características especiales de su aplicación en motores Diésel o motores a Gasolina.

A la fecha, todos los vehículos nuevos vienen de fábrica con refrigerante en su sistema de refrigeración por recomendación del fabricante, pero al final usted elije que aplicar.

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