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A Propósito de… Recesión económica post pandemia

El Buró Nacional de Investigación Económica de USA (NBER por sus siglas en inglés), señalando que la recesión comenzó desde febrero del presente año, derivada de la crisis económica y laboral desatada tras el brote de coronavirus a nivel mundial, constituyendo una nueva etapa de recesión económica.

“De acuerdo a la NBER, se ha considerado establecer la recesión debido a la magnitud sin precedentes del declive en el empleo y la producción, así como su amplio alcance en toda la economía, lo que justifica la designación de este episodio como una recesión, incluso si resulta ser más breve que las contracciones previas”.

De acuerdo a estudios de la Superintendencia Financiera publicado en nota en el periódico El Colombiano, las utilidades de los bancos nacionales ascendieron a $4,09 billones al cierre de diciembre del año pasado, es decir, 53,6 % por debajo de los niveles registrados durante el mismo período de 2019, cuando las ganancias de estas entidades se ubicaron en $8,84 billones, según datos consolidados.

Esa noticia sería objeto de cierta alerta en otros tiempos, pero a causa de la pandemia y lo que ha conllevado a una crisis general, resulta escandalosa la cifra alcanzada de utilidades en el sector financiero.

El senador David Barguil plantea subir la sobretasa de impuesto de renta al sector financiero seis puntos porcentuales hasta 36%. Es que no se tienen que ganar todo y deberían aportar a aliviar de manera sustancial la economía.

Los juzgados están atiborrados de demandas ejecutivas, los usuarios de créditos “amenazados”, vía telefónica cada 6 horas para ponerse al día en sus obligaciones y la falta de trabajo, de ingresos y demás consecuencias en este tiempo, escasean y hacen que nos volviéramos “emprendedores” para tratar de cambiar no solo el estilo de vida sino de buscar una opción para sacar adelante a la familia. ¿Saben cuánto cobra los bancos por un cobro prejuridico? El equivalente al 10.5% del valor en mora.

El esfuerzo de las personas afectadas laboralmente por esta pandemia se torna insuficiente ante la voracidad y falta de sentimientos de las instituciones financieras. Euripides me dice que los bancos no son S.A. ( sociedad anónima) sino S.A. ( sin alma) y razón puede tener.

Es indudable que existe una crisis originada por la pandemia que afecta a todo el sistema laboral del país y por ende afecta la economía en todas sus actividades, conllevando a una grave disminución del aparato productivo a causa del desempleo que es un factor dentro de una política social pero que se acrecienta como reflejo de la disminución en la productividad.

Nos encontramos en plena recesión económica pero fiel a la política del libre mercado, el sector financiero no se conduele, a pesar de establecer ‘alivios’ a sus clientes que no son otra cosa que suspender los pagos mensuales y trasladarlos de manera acumulada o lo que es peor, ampliando el plazo final que trae consigo el aumento de intereses y por ende de la suma debida, no se habla de disminución de los intereses de manera significativa para lograr que el usuario logre cancelar sus obligaciones.

El gobierno actual, pretende para colmo de males imponer una reforma tributaria eufemísticamente denomina ‘Ley de Solidaridad Sostenible’, que al parecer no tiene el ambiente suficiente en el congreso para su aprobación, situación ésta que políticamente se podría corregir.

Los partidos políticos han expresado su desacuerdo con el texto del proyecto y anuncian su no votación, será que el gobierno tenga conciencia de rectificar su proyecto para estar acorde con la situación económica del país.

Mucho se ha escrito sobre ese tema que afecta a todos, pero la verdad es que desde el año 2017 se ha alertado que el mayor hueco fiscal de la historia del país es el proceso de paz y sus consecuencias financieras, pero como alguien dijo que por la paz se vale todo…

Según el Contralor de la época estableció que requería obtener 208 billones de pesos para financiar el pos conflicto, hoy día en el año 2021 y en plena emergencia sanitaria vemos esa consecuencia.

El gobierno debe empezar por su propia austeridad, solo conozcan ¿cuantos viceministros tienen cada cartera ministerial? ¿Cuantas Altas Consejerías Presidenciales existen? Cuantas Agencias existen? Hagan la tarea y verifiquen si son necesarias. Allí puede haber disminución en el gasto público.

Una reforma tributaria sin importar el nombre que le den, es necesaria como parte de la solución fiscal del Estado, pero estamos en una época que es políticamente incorrecta presentarla, estamos en plena emergencia económica y sanitaria lo que hace no sólo impopular sino impertinente presentarla.

Nota al margen. Esos temas económicos son bastantes complejos y es mejor dejar a los expertos que opinen pero a los que no lo somos, como Candelaria y Euripides, solo les preocupa la simple economía del bolsillo.

Magnum vectigal est parsinomia – La economía es una gran renta (Tulio Cicerón.)


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